|
|
San Martín Caballero u Obispo de Tours, Francia
La iglesia celebra cada año la fiesta del Obispo Martín, pero
no se sabe casi nada de él y en cambio nos es muy familiar la
imagen de un soldado vestido estilo romano antiguo y partiendo
su capa para compartirla con un anciano que yace tirado bajo sus
pies, y le llamamos San Martín Caballero, sin tener en cuenta
que es el mismo personaje.
Martín nació en Pavia, Italia alrededor del año 316, hijo de padres
paganos. Cuando tenía doce años pidió ser admitido como catecúmeno,
es decir, como candidato para recibir el bautismo. El tiempo del
catecumenado podía durar varios años. Mientras tanto, Martín fue
obligado a formar parte del ejército romano.
En el invierno del año 334 cabalgaba el joven soldado, ya bautizado,
por el portón de la ciudad de Amiens, cuando vio un mendigo muriéndose
de frío. Con su espada partió su capa militar y le regaló la mitad
al pobre anciano que se encontraba tirado en el suelo.
Más tarde Dios le concedió la alegría de ver convertida a la fe
cristiana a su madre. Sin embargo, tuvo que sufrir la persecución
de los arianos. Su vehemente deseo de vivir la vida religiosa
se realizó cuando Hilario, Obispo de Poitiers, lo recibió en su
Diócesis y le brindó su amistad.
En los primeros siglos de la iglesia los obispos eran elegidos
por el clero y el pueblo. Estas elecciones dieron muchas veces
buenos resultados. Así sucedió en el caso de la elección de Martín
para ocupar el cargo de obispo en la ciudad de Tours.
El santo obispo vivió una vida de oración, de pobreza y de penitencia
realizando a la misma vez una fructífera labor apostólica para
evangelizar extensas regiones rurales que todavía eran paganas.
Su pueblo lo amó como a un verdadero padre, ya que continuamente
visitaba sus parroquias, para predicar la Buena Nueva y ayudar
a los marginados y perseguidos.
Se difundieron muchas leyendas de su poder de hacer milagros y
no faltaban tampoco las intrigas de algunos miembros del clero
que, a causa de los nuevos privilegios concedidos a la Iglesia
por el emperador Constantino, compartían los honores y las riquezas
de la corte.
Cuando llegó a la ancianidad se dirigía frecuentemente a Dios
con esta oración: "Señor, si tu pueblo todavía me necesita, no
rehuso el trabajo, pero hágase tu voluntad". Murió durante un
viaje al ir a visitar una parroquia, el día 8 de noviembre del
año 397. Sus funerales que se realizaron el día 11 de noviembre,
fueron una manifestación del cariño de sus fieles, religiosos
y seglares.
Es muy común, sobre todo en las puertas de los comercios, el ver
una imagen de San Martín Caballero, pero es triste que también
lo usen en forma supersticiosa al unirlo a otras cosas para atraer
la "buena suerte", tales como herraduras, colguijes de ajos, etc.
San Martín no necesita nada de eso, simplemente encomiéndese a
la intercesión de este santo obispo y confíe en la Divina Providencia
y no ofenda a Dios con supersticiones.
Oración: Oh Dios, que fuiste glorificado con la vida y muerte
de tu obispo San Martín de Tours, renueva en nuestros corazones
las maravillas de tu gracia, para que ni la vida ni la muerte
puedan apartarnos de tu amor, Por Cristo nuestro Señor.
(Tomada del Misal Romano)
Diácono, Miguel Valle
The Catholic New World | Portada | Resumen de Noticias
Cardenal George | Información | Escíbanos | Subscipciones
Publiciadad | Archivos | Sitios Católicos | New World Publications
Katolik | Directory | Map del Sitio
|